España está a la cola de Europa en número de desfibriladores.
La muerte súbita es un problema de primera magnitud que al
año se cobra la vida de miles de personas en todo el mundo.
Cantidad de desfibriladores por pais. Venexon |
España, con 10.000 desfibriladores, está a la cola de Europa.
La existencia de desfibriladores semiautomáticos en lugares
públicos y la formación en las técnicas básicas de recuperación cardiopulmonar
podrían salvar un elevado porcentaje de las personas que sufren un paro
cardíaco.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de
muerte en España, en concreto las patologías relacionadas con el corazón. En
nuestro país fallecen más de 30.000 personas al año por paradas
cardiorrespiratorias.
No obstante, muchas podrían evitarse con el uso de un
desfibrilador en los primero cinco minutos del suceso.
Cada año fallecen unas 30.000 personas en España
por paradas cardiorespiratorias.
El motivo son las distintas normativas que hay en las
comunidades autónomas, las cuales, además, van cambiando y actualizándose
"constantemente", lo que provoca que España no tenga una legislación
nacional que inste a la instalación de desfibriladores en todas las
comunidades.
Cada vez son más las comunidades de propietarios que creen en la importancia de instalar un
desfibrilador en una zona común de su edificio. Una práctica común en lugares
como Estados Unidos, Japón y otros países europeos, todo y que a fecha de hoy
no es obligado, en un futuro no muy lejano acabará por convertirse en un acto
de casi obligado cumplimiento como lo fue en su día con los extintores.
Desde Venexon consideramos recomendable la instalación de un
desfibrilador para la protección y la prevención de tu salud, la de tus
familiares y toda tu comunidad.
Casi el 65% de las muertes por paradas cardiacas se producen
en domicilios. Este dato hace evidente la importancia de la presencia de
desfibriladores en comunidades, accesibles a todos los propietarios. Actuar en
los cinco primero minutos de una parada cardiaca es vital y es tiempo
insuficiente para que lleguen los equipos de emergencia. La rápida
intervención, a través de los desfibriladores, es fundamental para ganar tiempo
y, como consecuencia, salvar vidas. Estudios revelan que los desfibriladores en comunidades de vecinos
podrían llegar a salvar 3.000 vidas al año en España.
Ganan importancia en comunidades con personas mayores o
niños, o en aquellas que cuentan con
piscinas o gimnasios, en las que los residentes se someten a una agitada
actividad física.
La instalación es sencilla y, al igual que otros elementos
comunitarios como los extintores, deben cumplirse una serie de requisitos:
Desfibrilador seguro con una correcta instalación.
Mantenimiento continuado para que estén totalmente
operativos el día de su uso.
Todo y que un DEA no se activa si no detecta el paro
cardiaco se recomienda realizar cursos de formación en reanimación y uso de
equipos a los propietarios para que sea accesible a cualquier persona y se
pierda el miedo a utilizarlos.
Debe ocupar una zona común y visible del edificio.
Un desfibrilador en la comunidad de vecinos garantiza
eficacia, gana minutos y, lo más importante, ayuda a salvar vidas.
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